Cada vez que se acomete un cambio es imprescindible trabajar con los Comités Directivos y sus equipos para hacer que este se sintetice en la mejor estrategia para la organización. Esta máxima es alcanzable si se provoca que las personas que lideran dicha transformación, trabajen de forma alineada hacia un reto norte superior. No se trata de una tarea baladí, puesto que los directivos tienden a enfocar sus esfuerzos en los temas urgentes, en sus responsabilidades, en sus áreas, en sus departamentos… Es difícil quitarse “la gorra funcional” para ponerse “la gorra directiva” y entender que lo que es verdaderamente estratégico es lo que suman los unos con los otros.

Es muy importante apostar por el desarrollo de un triple alineamiento: en visión, conceptual y competencial. Sobre estos tres aspectos, cabe reflexionar de un modo conjunto, es decir, de todo el equipo directivo, a través de un ejercicio de preguntas tales como:

1) En la Visión. ¿Qué hace la organización?; ¿Por qué lo hace? ¿Cuáles son los valores, creencias y actitudes? ¿Estamos todos entendiendo el mismo rumbo de hacia donde vamos?

2) En lo conceptual. ¿Hablamos todos el mismo lenguaje? ¿Percibimos de igual manera de donde viene el compromiso de los equipos? ¿Sabemos todos lo que es un “cliente” interno y externo?

3) En las competencias.  ¿En qué es buena la organización y en qué ha de ser excelente la organización para triunfar? ¿Cómo va a cumplir la empresa con lo que los mercados y los clientes demandan, ahora y en el futuro?

Por ejemplo, Apple estuvo en graves problemas por falta de alineamiento entre la cúpula directiva.  Steve Jobs premiaba la innovación, el diseño, la creatividad, mientras otros miembros del equipo miraban más la rentabilidad a corto plazo de los productos, así como la contención de gastos. Consecuencia de este desalineamiento fue la salida de Steve Jobs y sustituido por el vicepresidente de marketing de Pepsi, Jonh Sculley, que fue CEO de Apple desde 1983 a 1993 con resultados poco satisfactorios para la compañía. “Sculley y Jobs veían el mundo de una manera muy diferente y acabó provocando el conflicto”.

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