La tradicional automatización de tareas y procesos está dando un paso adelante con la aplicación de tecnologías avanzadas, tales como la inteligencia artificial y el machine learning, entre otras. Gracias a estas será posible hiperautomatizar cada vez más acciones y rutinas y, así, potenciar la capacidad del ser humano para hacer otras tareas.

Esta posibilidad de adoptar formas de trabajo, donde los tareas repetitivas quedan sistematizadas automáticamente, contribuye a que cuestiones que antes suponían un desgaste de recursos, ahora se ejecuten con mayor velocidad y precisión.

Por otro lado, el talento que antes había de destinarse al desempeño de ciertos propósitos, ahora es posible reenfocarlo en cuanto a sus objetivos en la organización. Estas alternativas en la fuerza laboral suponen una nueva orientación en la gestión interna del talento, y no solamente en la cuestión del tiempo que dedican (a tiempo completo, a tiempo parcial, por contrato, por cuenta propia y por contrato…), sino, sobre todo, en cuanto en qué pueden contribuir al resultado último de la organización.

En todo caso, la gran transformación que la hiperautomatización implica que, en las empresas, se crea un stock de tiempo, recursos y esfuerzos que, por fin, pueden invertirse en nuevas ideas y más proyectos innovadores. El día a día se pone al servicio de la disrupción.

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